Trastornos Mentales
¿Qué son los Trastornos Mentales?
Un trastorno mental se caracteriza por una alteración clínicamente
significativa de la cognición, la regulación de las emociones o el
comportamiento de un individuo. Por lo general, va asociado a angustia o a
discapacidad funcional en otras áreas importantes. Hay muchos tipos diferentes
de trastornos mentales. También se denominan problemas de salud mental, aunque
este último término es más amplio y abarca los trastornos mentales, las
discapacidades psicosociales y (otros) estados mentales asociados a una angustia
considerable, discapacidad funcional o riesgo de conducta autolesiva.
¿Cómo Pueden Afectar al Individuo?
Las enfermedades o trastornos mentales son
afecciones que impactan su pensamiento, sentimientos, estado de ánimo y
comportamiento. Pueden ser ocasionales o duraderas (crónicas). Pueden afectar
su capacidad de relacionarse con los demás y funcionar cada día.
¿Cómo se puede identificar?
No siempre
se puede diferenciar claramente la enfermedad mental de una conducta normal.
Por ejemplo, en el caso de una pérdida de un allegado próximo, como el
fallecimiento del cónyuge o de un hijo, puede ser difícil distinguir una
depresión del sentimiento normal de duelo porque ambos comportan tristeza y un
estado de ánimo depresivo.
De igual modo, la decisión de diagnosticar un trastorno de
ansiedad a una persona preocupada o estresada por su trabajo puede suponer
un reto, ya que la mayoría de las personas experimentan estas sensaciones en
algún momento de su vida. La línea divisoria entre poseer determinados
rasgos de personalidad (como ser meticuloso u ordenado) y padecer
un trastorno de la personalidad (como un trastorno de
personalidad obsesivo-compulsiva) puede ser difusa.
Por lo tanto, es mejor pensar que la salud mental y la enfermedad mental
forman un continuo. Cualquier línea divisoria generalmente se basa en lo
siguiente:
- La
gravedad de los síntomas
- La
duración de los síntomas
- Hasta qué punto afectan
los síntomas a la capacidad de funcionar en la vida diaria
¿Qué Causa Los Trastornos Mentales?
No hay una sola causa de la enfermedad mental.
Varios factores pueden contribuir al riesgo de sufrirla, por ejemplo:
- Sus genes y su historia
familiar
- Su experiencia de vida,
como el estrés o si ha sufrido de abuso, en especial durante la infancia
- Factores biológicos
como desequilibrios químicos en el cerebro
- Una lesión
cerebral traumática
- La exposición de una
madre a algún virus o productos químicos durante el
embarazo
- Consumo
de alcohol o drogas
- Tener una enfermedad
seria como el cáncer
- Tener pocos amigos y
sentirse solo o aislado
Los
trastornos mentales no son causados por falta de carácter. No tienen nada que
ver con ser flojo o débil.
¿Cuáles son los tratamientos de las enfermedades mentales?
El
tratamiento depende del trastorno mental que usted tenga y qué tan grave sea.
Junto a su proveedor trabajarán en un plan de tratamiento solo para usted. Por
lo general, implica algún tipo de terapia. También puede tomar medicamentos.
Algunas personas también necesitan apoyo social y educación para manejar su
afección.
En algunos casos, es posible que necesite un tratamiento más intensivo. Si su
enfermedad mental es grave o tiene riesgo de hacerse daño a usted o a alguien
más, es posible que deba ir a un hospital psiquiátrico. En el hospital,
recibirá consejería, discusiones grupales y actividades con profesionales de
salud mental y otros pacientes.
¿Cuáles son los Tipos de Trastornos Mentales?
Ansiedad
Cuando los niños no superan los miedos y las preocupaciones típicos de los niños pequeños, o cuando los miedos y las preocupaciones son tantos que interfieren con las actividades escolares, en la casa o en el juego, puede que se diagnostique un trastorno de ansiedad. Ejemplos de los distintos tipos de trastornos de ansiedad incluyen los siguientes:
- Sentir
miedo al estar separado de los padres (ansiedad de separación).
- Sentir
un miedo extremo acerca de una situación o algo específico, como los
perros, insectos o ir al doctor (fobias).
- Sentir
mucho miedo de la escuela o de otros lugares donde haya personas (ansiedad
social).
- Estar
muy preocupado por el futuro y acerca de que sucedan cosas malas (ansiedad
general).
- Presentar
reiterados episodios de miedo intenso, repentino e inesperado, que se
producen con síntomas como palpitaciones del corazón o dificultad para
respirar, o sentirse mareado, tembloroso o sudoroso (trastorno de pánico).
La ansiedad
puede presentarse en forma de miedo o preocupación, pero también puede hacer
que los niños estén irritables y enfadados. Los síntomas de la ansiedad también
pueden incluir problemas para dormir, además de síntomas físicos como fatiga,
dolores de cabeza o dolores de estómago. Algunos niños ansiosos no comunican
sus preocupaciones y, por lo tanto, los síntomas pueden pasar desapercibidos.
Las afecciones relacionadas incluyen el trastorno
obsesivo-compulsivo y el trastorno por estrés postraumático.
Depresión
Sentirse
triste o desesperanzado en algunas ocasiones es parte de la vida de todos los
niños. Sin embargo, algunos niños se sienten tristes o sin interés en las cosas
que antes solían disfrutar, o se sienten indefensos o desesperanzados en
situaciones en las que podrían hacer algo para cambiarlas. Cuando el niño
siente tristeza y desesperanza persistentes, puede que se diagnostique
depresión.
Ejemplos de
comportamientos que a menudo se observan en niños que están deprimidos incluyen
los siguientes:
- Sentirse
triste, desesperanzado o irritable la mayor parte del tiempo.
- No
querer hacer cosas divertidas ni disfrutarlas cuando se hacen.
- Cambios
en los patrones de alimentación: comer mucho más o mucho menos de lo
habitual.
- Cambios
en los patrones del sueño: dormir mucho más o mucho menos de lo normal.
- Cambios
en el nivel de energía: sentirse cansado y sin fuerzas o tenso e inquieto
la mayor parte del tiempo.
- Tener
dificultad para prestar atención.
- Sentirse
despreciable, inútil o culpable.
- Comportamientos
autodestructivos o querer autolesionarse.
La
depresión extrema puede hacer que el niño piense en el suicidio o planee
suicidarse. En los jóvenes de 10 a 24 años, el suicidio es la principal causa
de muerte.
Algunos
niños quizás no hablen acerca de sus pensamientos de desesperanza e
indefensión, y es posible que no parezcan estar tristes. La depresión también
podría hacer que un niño cause problemas o actúe sin motivación, de manera que
los demás quizás no noten que está deprimido o lo cataloguen de manera
incorrecta como alborotador o perezoso.
Trastorno de oposición desafiante
Cuando
los niños se portan mal en forma persistente, de tal manera que causan serios
problemas en la casa, la escuela o con los compañeros, puede que reciban el
diagnóstico de trastorno de oposición desafiante (TOD). El trastorno de
oposición desafiante generalmente comienza antes de los 8 años de edad, pero no
después de los 12 años. Los niños con trastorno de oposición desafiante tienen
más probabilidades de presentar una actitud desafiante o de oposición con las
personas más conocidas, como los miembros de la familia, las personas que los
cuidan habitualmente o los maestros. Los niños con trastorno de oposición
desafiante muestran esos comportamientos más a menudo que otros niños de la
misma edad.
Ejemplos
de trastorno de oposición desafiante incluyen los siguientes:
- Estar
enfadado o perder los estribos a menudo.
- Discutir
con adultos o negarse a cumplir sus reglas o pedidos a menudo.
- Mostrarse
resentido o rencoroso a menudo.
- Molestar
a otros en forma deliberada o molestarse con otras personas.
- Culpar
a la gente a menudo por los propios errores o mal comportamiento.
Trastorno de la conducta
El
trastorno de la conducta (TC) se diagnostica cuando el niño muestra un patrón
continuo de agresión hacia otras personas, y graves violaciones de las reglas y
normas sociales en la casa, la escuela y con los compañeros. Estas violaciones
de las reglas pueden implicar quebrantar la ley y, como consecuencia, ser
arrestado. Los niños con trastorno de la conducta tienen más probabilidades de
lesionarse y quizás tengan dificultades para llevarse bien con los compañeros.
Ejemplos
de comportamientos del trastorno de la conducta incluyen los siguientes:
- Violar
reglas importantes, como escaparse de la casa, quedarse fuera de la casa
por la noche sin permiso o faltar a la escuela.
- Ser
agresivo de tal manera que cause daño, como al acosar a otros niños o
compañeros, al pelear o ser cruel con los animales.
- Mentir,
robar o dañar las pertenencias de otras personas a propósito.
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos neuroconductuales más comunes de la niñez. Por lo general, se diagnostica inicialmente en la infancia y a menudo perdura hasta la edad adulta.
Síndrome de Tourette (ST)
El síndrome de Tourette (TS, por sus siglas en inglés) causa que las
personas tengan “tics”, los cuales son espasmos, movimientos o sonidos
frecuentes y repentinos. Las personas que tienen tics no pueden controlarlos
voluntariamente.
Trastorno por estrés postraumático
Puede
que todos los niños pasen por situaciones muy estresantes que afecten la manera
en que piensan y sienten. La mayoría de las veces, los niños se recuperan bien
y con rapidez. Sin embargo, a veces, los niños que pasan por una situación de
estrés intenso —como en casos de lesiones, muerte o posible muerte de un
familiar o amigo cercano, o violencia— se verán afectados a largo plazo. El
niño podría sufrir este trauma en forma directa o podría ser testigo de algo
que le suceda a otra persona. Cuando el niño presenta síntomas a largo plazo
(que duran más de un mes) a causa de ese estrés, que lo hacen sentirse mal o
interfieren con sus relaciones y actividades, puede que reciba el diagnóstico
de trastorno por estrés postraumático (TEPT).
Ejemplos
de síntomas de trastorno por estrés postraumático incluyen los siguientes:
- Revivir
la situación una y otra vez con el pensamiento o en el juego.
- Tener
pesadillas y problemas para dormir.
- Sentirse
muy mal cuando algo recuerda la situación.
- Falta
de emociones positivas.
- Sentir
miedo o tristeza en forma continua y de manera intensa.
- Irritabilidad
y ataques de rabia.
- Buscar
en forma constante posibles amenazas; asustarse fácilmente.
- Mostrarse
indefenso, con desesperanza o retraimiento.
- Negar
que sucedió la situación o no mostrar sentimientos.
- Evitar lugares o personas asociados a la situación.